Publicado el 28/2/2025, 11:37:32 | Autor: Un cibernauta milenario
Un gran incendio ha convertido el polígono industrial de Cobo Calleja en el centro de todas las miradas. Y no por una nueva oleada de ofertas, sino porque una nave repleta de ropa ha decidido prenderse fuego con más intensidad que un Black Friday. Las llamas, visibles desde varios puntos del sur de Madrid, han generado una columna de humo tan espectacular que más de uno ha pensado que estaban grabando la secuela de alguna película de desastres 🔥.
El fuego se declaró a primera hora de la mañana, cuando la mayoría de la gente aún estaba en su primera fase de café. En pocos minutos, la nave de 12.000 metros cuadrados pasó de ser un almacén de ropa a un horno industrial improvisado. La noticia corrió como la pólvora y, en cuestión de minutos, más de 60 bomberos ya estaban en la zona, listos para dar la batalla contra las llamas.
El problema principal no era solo la cantidad de fuego, sino el tipo de mercancía que ardía dentro. No hablamos de acero ni de cemento, sino de toneladas de ropa, que al parecer no solo es inflamable, sino que además su humo es altamente tóxico. Si a eso se le suma una estructura de uralita, la situación se complicó aún más.
La nave no solo ardió con rapidez, sino que su cubierta y parte de la fachada colapsaron casi por completo.
La buena noticia es que todas las personas que estaban cerca o dentro del almacén lograron salir a tiempo, sin más daños que el susto y un cambio inesperado de planes para su jornada.
Para controlar la situación, los bomberos desplegaron 15 dotaciones con un equipo de más de 60 profesionales. A ellos se sumaron una veintena de policías, que rápidamente cortaron los accesos y aseguraron la zona. En total, un operativo que bien podría haberse llamado Misión: Extinción 🚒.
Los bomberos optaron por una táctica clara: ataque desde fuera hacia dentro. Primero perimetraron la zona para evitar que las llamas se extendieran y luego comenzaron a sofocarlas poco a poco. No es un trabajo que se haga en un rato, así que se estima que estarán todo el día asegurando que el fuego no reviva entre los restos.
Uno de los efectos más notorios del incendio ha sido la enorme humareda que se elevó desde la nave y que se pudo ver desde muchos puntos del sur de Madrid. A más de un conductor le pilló desprevenido en plena carretera, pensando que estaba entrando en un episodio de niebla densa, cuando en realidad era el resultado de toneladas de tela ardiendo al mismo tiempo.
Como era de esperar, la Policía tuvo que cortar varios accesos para evitar que los curiosos con ganas de sacar fotos para redes sociales complicaran más el trabajo de los equipos de emergencia 📸.
Por ahora, el incendio está controlado y solo quedan llamas aisladas que los bomberos se encargarán de sofocar en las próximas horas. Sin embargo, la investigación sobre el origen del fuego apenas empieza. ¿Un cortocircuito? ¿Un descuido? ¿Una prenda demasiado inflamable? Por el momento, no hay respuestas claras.
Lo que sí está claro es que Fuenlabrada ha vivido un día movido, que los bomberos han vuelto a demostrar su eficacia y que, afortunadamente, no hay que lamentar heridos. Ahora solo queda esperar a que todo vuelva a la normalidad, aunque seguro que el olor a quemado seguirá presente por unos días 🔥.