Publicado el 19/2/2025, 11:10:35 | Autor: Un cibernauta milenario
En la tierra del sol y las naranjas, donde la paella es religión y las tormentas suelen ser anuncios de verano, ocurrió lo impensable. Un aviso de emergencia llegó a los móviles de los valencianos la noche del 29 de octubre, justo cuando ya estaban remando hacia sus tejados con sartenes como remos ⏳
A las 20:11 horas, cuando las calles ya parecían el canal de Venecia pero sin góndolas, un mensaje alertó a la población de evitar desplazamientos. Un consejo brillante si no fuera porque muchos ya estaban atrapados en sus casas, garajes o directamente navegando por la vía pública. La jueza de Catarroja, con un tono entre perplejidad y resignación, dejó claro que aquel aviso fue tardío y erróneo
La situación, según su auto judicial, se resume en una frase demoledora: los daños materiales no se podían evitar, las muertes sí. Vamos, que si alguien tenía dudas de si había sido una gestión digna de aplauso, que se siente y reflexione 📢
En las películas de acción siempre hay un héroe que desafía las leyes de la física, salta de un edificio en llamas y rescata a media ciudad con una cuerda y una chaqueta. En la vida real, el agua y el barro deciden las reglas y, por mucho que se esfuercen los bomberos, hay situaciones donde ni ellos pueden hacer magia
Según la jueza, no se puede culpar a los equipos de rescate de lo ocurrido. Intentar atravesar calles con corrientes capaces de llevarse por delante coches, furgonetas y probablemente a cualquiera que intentara caminar más rápido de lo normal, era misión imposible. Ni con un barco pirata se habría logrado llegar a todos los afectados 🚢
Mientras la justicia trata de descifrar quién tuvo la culpa, se abre otro melón: la falta de coordinación. ¿Cómo es posible que el mensaje de alerta llegara cuando el agua ya había redecorado las casas y carreteras? Al parecer, mientras la población pedía flotadores, algunos estaban en reuniones asegurándose de que todo se hiciera “en orden”
Según ha trascendido, la exconsellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, esperó a que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, llegara al Centro de Coordinación de Emergencia para dar la orden. Porque claro, en una emergencia lo mejor es esperar a que todo el mundo esté sentado, con café en mano y listos para debatir 📅
Una de las grandes preguntas que ahora persigue a los implicados es si alguien más, además de los organismos oficiales, estaba presente en las reuniones de emergencia. La jueza ha exigido saber si se unió alguna otra autoridad en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) entre las 17:00 y las 20:11 horas. Porque claro, un mensaje enviado con tres horas de retraso merece al menos una explicación más elaborada que “se nos fue el santo al cielo” 🧐
Mientras se espera que la investigación continúe, la sensación general es clara: en lugar de salvar vidas, la alerta sirvió más para decir "ya ha pasado". Ahora queda por ver si las responsabilidades caen donde deben o si todo queda en el habitual juego de excusas, burocracia y respuestas vagas
Al final, lo que nadie quiere es que la próxima vez que caiga una tormenta, el mensaje de alerta llegue justo cuando alguien ya está flotando en su sofá. Porque si hay algo peor que una dana, es una dana con mala gestión