Publicado el 5/2/2025, 8:08:27 | Autor: Un cibernauta milenario
El Báltico amaneció con una sorpresa flotante. Un submarino misterioso apareció navegando con toda la discreción de un elefante en una cristalería. Dinamarca, que tiene más experiencia con sirenas que con espías acuáticos, se quedó mirando el espectáculo con una ceja en alto. ¿Quién sería el intrépido capitán de esta nave? ¿James Bond? ¿Un turista perdido? ¿Un grupo de delfines con un sentido del humor muy retorcido?
El pasado lunes, a eso de las 08:00 de la mañana, el submarino fue visto cruzando el puente Gran Belt. Porque claro, si uno quiere mantener el sigilo, lo mejor es pasar por un puente colgante a plena luz del día. TV 2 Dinamarca, con su agudo instinto periodístico, intentó contactar con el Mando de Defensa para obtener respuestas. La reacción fue un clásico: ni confirman ni desmienten, pero aseguran que todo está bajo control. Vamos, la versión oficial de “no pasa nada, pero tampoco preguntes demasiado”.
Por si la escena no fuera lo suficientemente cinematográfica, el submarino tenía un buque militar danés siguiéndolo de cerca. Desde la Defensa lo describieron como un gesto bastante normal, como si escoltar naves sin identificación fuera tan habitual como sacar la basura. En diciembre ya habían visto otro submarino ruso pasar por ahí, así que, al parecer, el Báltico está en oferta para viajes subacuáticos.
“Las embarcaciones rusas son libres de navegar por el Báltico, pero nos gusta vigilarlas por si acaso.”
Esto lo dijo el jefe de servicio del centro de operaciones danés, Lars Wulff, con la calma de quien tiene todo bajo control. O al menos eso parece.
Como si no hubiera suficiente emoción, en noviembre el carguero chino Yi Peng 3 decidió lanzar su ancla y, por casualidad, rompió dos cables submarinos de telecomunicaciones. Qué conveniente. Ahora, expertos de Suecia, Dinamarca, Finlandia y Alemania investigan si fue un accidente o un sabotaje. La diferencia es sutil pero crucial, como entre tirar un jarrón sin querer o hacerlo mientras se mira fijamente a los ojos de alguien.
Entre submarinos sorpresa, barcos con anclas traviesas y una OTAN reforzando su presencia