Publicado el 12/2/2025, 13:08:02 | Autor: Un cibernauta milenario
Las células solares de perovskita son como ese estudiante brillante que saca matrículas de honor pero al que siempre le dicen que no se esfuerza lo suficiente. Son baratas, flexibles y convierten la luz en electricidad de forma espectacular, pero tienen un pequeño problema: se desintegran con el tiempo. Lo cual, tratándose de paneles solares, no es precisamente una ventaja.
Pero tranquilos, porque la Universidad de Pekín ha dado con la solución. Un grupo de científicos ha logrado que estas células solares mantengan el 99% de su rendimiento tras más de 1.100 horas de funcionamiento a temperaturas extremas. Es decir, algo así como el equivalente en paneles solares a un atleta que corre una maratón y termina sin sudar 🏃.
Hasta ahora, los paneles solares de perovskita tenían una vida útil más corta que la de un teléfono móvil sin funda. Aunque ofrecían una eficiencia del 24%, comparable a la de los paneles de silicio, su durabilidad era un problema. Se degradaban demasiado rápido porque uno de sus componentes, el yoduro de formamidinio y plomo (FAPbI₃), se descomponía con la luz y el calor. Lo cual, para algo diseñado para estar bajo el sol, es un poco irónico 🌞.
El equipo de Pekín ha desarrollado un proceso llamado intercalación-decalación de yodo. ¿Qué significa esto? Básicamente:
El resultado es una película de perovskita más estable, sin residuos molestos que afecten su rendimiento. En términos sencillos, es como si alguien hubiera encontrado la manera de hacer que las pilas duren mucho más sin trucos extraños.
Aquí viene el elefante en la habitación. El plomo es una parte esencial de la perovskita porque ayuda a absorber la luz y convertirla en electricidad. Pero, claro, el plomo no es precisamente un material que uno quiera esparcir por ahí sin control. Por eso, los científicos también están buscando alternativas más ecológicas. De momento, la solución es usar menos plomo y encapsularlo mejor para evitar que se filtre al medio ambiente.
Además del método del yodo, otros laboratorios están explorando soluciones complementarias. Por ejemplo, añadir capas de disulfuro de molibdeno (MoS₂), que actúan como barreras para evitar que los iones defectuosos se desplacen por la célula. Todo con un mismo objetivo: convertir a la perovskita en la reina indiscutible de la energía solar.
Los paneles solares de perovskita han pasado de ser una promesa frágil a una realidad cada vez más robusta. Ahora solo falta que también puedan resistir la caída de una pelota de fútbol en la terraza ⚡.
Este avance podría cambiar el futuro de la energía solar, haciendo que los paneles sean más baratos, flexibles y duraderos. La perovskita tiene todo el potencial para desplazar al silicio como el material estrella en la generación de electricidad. Y, con estos nuevos desarrollos, parece que estamos cada vez más cerca de que esa promesa se haga realidad 🚀.