Publicado el 6/2/2025, 8:09:21 | Autor: Un cibernauta milenario
Este mandamiento es el equivalente divino de la fidelidad absoluta. Nada de distracciones, nada de "bueno, pero es que el móvil me quita mucho tiempo". Aquí la prioridad es clara: Dios primero, el resto después. Si fuera un contrato, tendría cláusula de exclusividad.
Si lo tomamos literalmente, significa que cualquier otra cosa debería ser secundaria. ¿Tu equipo de fútbol? Secundario. ¿El último capítulo de tu serie favorita? También. ¿El café mañanero sin el cual no eres persona? Sí, incluso eso.
Como todo en la vida, hay quienes siguen este mandamiento con distintos niveles de intensidad:
Si Dios hubiera actualizado este mandamiento al siglo XXI, seguramente habría añadido algunas aclaraciones:
📱😇Si tu móvil tiene más consultas diarias que tu fe, tal vez necesites un reajuste de prioridades.
Este mandamiento no solo habla de religión, sino de darle importancia a lo que realmente importa en la vida. ¿Significa que tienes que renunciar a todo lo demás? No, pero si pasas más tiempo con el catálogo de Netflix que con tus pensamientos, igual hay que hacer algunos ajustes.
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