Publicado el 8/2/2025, 15:11:03 | Autor: Un cibernauta milenario
El noveno mandamiento lanza una advertencia clara: no desearás a la mujer de tu prójimo. Básicamente, sugiere que la imaginación tiene límites y que mirar con demasiada intensidad puede ser el primer paso hacia el desastre. Una norma que, al parecer, sigue siendo ignorada en bodas, fiestas y gimnasios.
Seamos sinceros, apreciar la belleza no es un delito. Pero hay una delgada línea entre un cumplido inocente y una mirada que dura más de lo socialmente aceptable:
Antes de que la imaginación vaya demasiado lejos, el universo suele enviar ciertas señales para advertir que es momento de frenar:
Cuando la propia pareja cruza los brazos y pregunta "¿en qué piensas?"
Si al mencionar a alguien, se le pone un apodo sospechosamente cariñoso
Cuando las redes sociales comienzan a recomendar fotos de la persona en cuestión
Ignorar este mandamiento no trae castigos divinos inmediatos, pero sí algunas consecuencias terrenales bastante incómodas. Desde miradas fulminantes hasta discusiones que comienzan con "¿te gusta más que yo?". Y lo peor de todo, la pesadilla definitiva: dormir en el sofá.
En conclusión, el noveno mandamiento es una invitación a la discreción y al autocontrol. Porque aunque la admiración sea inevitable, hay límites que es mejor no cruzar, especialmente si uno quiere mantener la paz en casa y evitar cenas con tensión dignas de una telenovela 😆.