Publicado el 8/2/2025, 14:55:17 | Autor: Un cibernauta milenario
El séptimo mandamiento es claro y directo: no robarás. Nada de apropiarse de lo que no es propio, ni de hacer que "accidentalmente" algo termine en el bolsillo. Sin embargo, a lo largo de la historia, la humanidad ha demostrado que la línea entre tomar prestado y robar es más delgada que el papel de liar.
Quienes han decidido ignorar este mandamiento no suelen declararse culpables de inmediato. En su lugar, prefieren usar justificaciones que intentan sonar lógicas, pero solo consiguen ser graciosas:
Antes de juzgar, conviene recordar que este mandamiento no solo aplica a grandes robos. Hay pequeñas situaciones donde la moral se pone a prueba:
Cuando uno "olvida" devolver ese bolígrafo que escribe tan bien
Cuando el carrito del supermercado tiene un producto de más y casualmente nadie se da cuenta
Cuando alguien deja la propina exacta y otro decide que esa moneda extra no se echará de menos
Aunque la justicia divina parece tomarse su tiempo, la vida se encarga de aplicar su propia versión del karma. Desde bolsillos que se rompen en el peor momento hasta amigos que comienzan a "tomar prestadas" cosas sin avisar, la realidad demuestra que lo robado no suele durar mucho.
En conclusión, el séptimo mandamiento no es solo una norma de convivencia, sino una estrategia para evitar problemas. Porque al final, perder amistades por quedarse con un mechero o recibir miradas de odio por desaparecer el último trozo de pizza no vale la pena 😆.