Publicado el 1/2/2025, 20:36:42 | Autor: Un cibernauta milenario
Donald Trump lo ha vuelto a hacer. Como quien se pone a dieta un lunes y decide que eliminar el pan solucionará todos sus problemas, el expresidente ha decidido que la solución a la economía estadounidense es ponerle un 25% de impuestos a todo lo que venga de México y Canadá, y un 10% a China. Porque claro, si algo cuesta más, seguro que mágicamente se arregla todo, ¿verdad? 🤡
Según la Casa Blanca, estos aranceles no son solo para encarecer los aguacates y los coches importados, sino para castigar a México y Canadá por no controlar sus fronteras. Aparentemente, la mejor forma de luchar contra la inmigración ilegal es cobrar más por los productos que compran los estadounidenses. El problema es que los datos dicen otra cosa: las detenciones en la frontera han disminuido, no aumentado. Pero bueno, ¿a quién le interesan los datos cuando se puede vender una buena historia política? 📉😏
Según Trump, Estados Unidos no necesita el petróleo de Canadá. Solo hay un pequeño detalle: el 60% del petróleo que importa EE.UU. viene de allí. Ah, y otro dato curioso, México aporta otro 7%. Pero seguro que con pura energía patriótica pueden hacer funcionar las refinerías sin problemas. Spoiler: no. 🚫⛽
México tiene un pequeño problema con estos aranceles: el 80% de sus exportaciones van a EE.UU. y una gran parte de su economía depende de ello. ¿El resultado? Fábricas en peligro, coches más caros y directivos de Ford y General Motors con crisis nerviosas. Según los cálculos, solo los aranceles a México podrían hacer que las acciones de GM caigan un 20% y las de Ford un 10%. Vamos, lo que toda empresa sueña recibir como regalo de San Valentín. 🎁🚗💥
El argumento para ponerle un 10% de aranceles a China es el mismo de siempre: “están compitiendo de manera desleal”. Aunque, curiosamente, gran parte de la ropa, los juguetes y la electrónica que usan los estadounidenses vienen de allí. Pero no pasa nada, porque según Trump, si suben los precios la gente simplemente comprará productos americanos. Problema: esos productos no existen, porque las empresas estadounidenses llevan años fabricando en China. Resultado: precios más altos para todos. 🏷️💸
Trump dice que “los aranceles no causan inflación, causan éxito”. Los economistas, en cambio, están tirándose de los pelos. Según cálculos recientes, estos aranceles harán que la familia estadounidense promedio pague 830 dólares más al año. Imagina lo que podrías hacer con ese dinero: pagar parte del alquiler, llenar el tanque del coche dos veces o comprarte un café en Starbucks sin sentirte culpable. ☕💀
Como dice la Organización Mundial del Comercio, el proteccionismo no protege. México perderá un 0,18% de su PIB, Canadá un 0,22%, China un 0,16%… Pero EE.UU. también se dará un buen golpe con un 0,06% de caída. Lo mejor de todo es que esto es solo el principio: si las empresas suben precios y los países empiezan a responder con más aranceles, la cosa se pondrá aún peor. 😵
Según el tratado USMCA (antiguo NAFTA), EE.UU. no puede imponer aranceles a sus socios comerciales sin motivo válido. Pero aquí es donde Trump se pone creativo: usa la excusa de la “seguridad nacional”. Técnicamente, eso le permite hacerlo. ¿Qué pasa si México o Canadá llevan el caso a la Organización Mundial del Comercio? Nada, porque EE.UU. lleva años bloqueando el tribunal de resolución de disputas. Sí, básicamente juegan con las reglas que les convienen y desactivan las que no. 🎲🛑
El mayor problema de estos aranceles es que los países afectados podrían responder. México y Canadá podrían poner sus propios impuestos a los productos estadounidenses, China podría cortar el suministro de tierras raras (minerales clave para las baterías y la transición energética). ¿Está Trump dispuesto a jugar con fuego? Todo indica que sí. 🔥💀
En resumen: Trump ha decidido que la mejor forma de hacer grande a EE.UU. es hacer que todo sea más caro. Los países afectados no están contentos, las empresas estadounidenses tampoco, y los consumidores menos. Pero, eh, si algo hemos aprendido es que en la política, como en los infomerciales, siempre hay una frase que lo justifica todo: “confía en el proceso”. 🤡