Publicado el 19/2/2025, 15:11:50 | Autor: Un cibernauta milenario
En un mundo donde la realidad a veces supera a la ficción, la urbanización de la calle Excelente, número 6, en Carabanchel, se convirtió en el escenario de una historia que mezcla thriller, comedia absurda y un toque de surrealismo. Lo que debía ser un tranquilo edificio de alquiler se transformó en un paraíso okupado, con fiestas, bombines destrozados y hasta un equipo de desokupación haciendo lo imposible por sacar a los inquilinos ilegales. ¿El desenlace? Una mediación poco ortodoxa en la que cada okupa salió con más dinero en el bolsillo del que tenía al entrar 💸.
Todo comenzó en diciembre, cuando, de la noche a la mañana, 70 adultos y más de 50 menores aparecieron en el edificio con colchones, muebles y hasta herramientas para cambiar las cerraduras de 28 viviendas vacías. Si alguien pensaba que las ocupaciones eran improvisadas, aquí quedó claro que había un plan muy bien diseñado. En apenas unas horas, los pisos ya tenían nuevos inquilinos y la fiesta estaba servida. 🏠
Los residentes legales pasaron de tener un vecindario tranquilo a vivir en lo que parecía un festival permanente. Las noches se llenaban de música a todo volumen, gritos y un ir y venir de personas como si el edificio fuera una discoteca clandestina. Todo esto mientras las cerraduras de las puertas iban cayendo una por una ante la pericia de los recién llegados. Porque si algo dejaron claro, es que sabían lo que estaban haciendo. 🔑
La empresa propietaria del edificio, Vivenio, decidió tomar cartas en el asunto y recurrió a una empresa de desokupación. Pero claro, aquí entra la magia de los eufemismos: en lugar de echar a los okupas, se optó por la "mediación". ¿En qué consistía? Básicamente, en pagarles para que se fueran. Porque si algo nos ha enseñado la vida, es que cuando te dan dinero por dejar de hacer algo ilegal, te lo piensas dos veces antes de irte. 💰
Los okupas, lejos de sentirse presionados, comenzaron a jugar sus cartas. Sabían que cuanto más aguantaran, más dinero recibirían. Los primeros que aceptaron el trato se fueron con ofertas modestas, pero los más resistentes lograron llevarse hasta 15.000 euros por abandonar los pisos. Sí, exactamente lo que estás pensando: si hubieran aguantado un poco más, igual salían con un coche de regalo 🚗.
Lo más irónico de todo es que muchos de estos okupas habían pagado por las llaves cuando entraron en los pisos, desembolsando cantidades de hasta 2.500 euros a una mafia que les "alquiló" viviendas ajenas. Así que no solo disfrutaron de dos meses de estancia gratuita, sino que además terminaron con un saldo positivo en sus cuentas bancarias. Una inversión redonda para los más astutos. 📈
Tras la mediación y el pago de los okupas más resistentes, la urbanización Excelente 6 volvió a la normalidad. Los vecinos ahora disfrutan del silencio que tanto ansiaban, aunque algunos aún miran con desconfianza las paredes agujereadas y los rastros de suciedad que dejaron atrás los inquilinos temporales. Un reguero de muebles rotos, colchones por el suelo y hasta cucarachas paseando por los pasillos dejó claro que la limpieza no estaba en la lista de prioridades de los okupas.
"Si me hubieran pagado por dejar de pagar el alquiler, ahora mismo estaría en el Caribe" – vecino anónimo y resentido
Por otro lado, la policía logró detener a los cabecillas de la trama: una mujer peruana, otro varón de la misma nacionalidad y un paraguayo. Según las autoridades, llevaban encima 5.000 euros en efectivo cada uno y contaban con antecedentes criminales. Eso sí, de momento se desconoce si terminarán en prisión o si su siguiente negocio será abrir una consultoría sobre "cómo vivir gratis y salir con beneficios". 🧐
Si algo ha dejado claro este caso es que, en el maravilloso mundo de la ocupación, la ley va un par de pasos por detrás de la picaresca. Mientras los propietarios luchan por recuperar sus viviendas, otros encuentran en estos vacíos legales una oportunidad para hacer caja. Porque si el sistema no te expulsa, siempre hay una solución más sencilla: pagar para que se vayan. Solo queda preguntarse: ¿habrán aprendido la lección los propietarios o la próxima vez negociarán un pack de desalojo con descuento? 🤔