Publicado el 2/2/2025, 23:00:31 | Autor: Un cibernauta milenario
Todo el mundo está de acuerdo en que los vehículos deben estar en buen estado para circular. Lo que no está tan claro es por qué hay que pagar religiosamente cada vez que toca la ITV. Con todos los impuestos sobre vehículos que ya pagamos, uno pensaría que este control sería parte de los servicios públicos básicos. Pero no, toca rascarse el bolsillo y pasar por caja.
Imagina que cada vez que quisieras usar el ascensor de tu edificio tuvieras que pagar a un técnico para que certificara que funciona. Pues eso es exactamente lo que pasa con la ITV. Pagamos impuesto de circulación, impuesto de matriculación, impuestos en el combustible y, para rematar, una tasa obligatoria por demostrar que nuestro coche no es una cafetera con ruedas. Genial, ¿no? 🙄
La lógica es sencilla: si algo es obligatorio, debería estar cubierto por los impuestos que ya pagamos. No se trata de negarse a la inspección, sino de preguntarse por qué un servicio esencial para la seguridad vial se ha convertido en un negocio privado. En algunos países, el control técnico es gratuito o de bajo coste, pero aquí sigue siendo un gasto recurrente con tarifas que varían según la comunidad autónoma. ¡Pura diversión burocrática! 🎉
Para colmo, el sistema de ITV está dominado por empresas privadas en muchas regiones, con tarifas que suben como la espuma y criterios que parecen depender del humor del técnico de turno. Si te toca el "experto" que considera que un arañazo en la carrocería es motivo de suspenso, te preparas para pagar otra ronda de revisión. ¿No querías emoción en tu vida? 🚙💨
El objetivo de la ITV es que los coches sean seguros, y eso está bien. Pero que los conductores tengan que pagar por un trámite que debería estar cubierto por sus impuestos es, como mínimo, abusivo. No pedimos que nos regalen nada, solo que nos dejen de cobrar dos veces por lo mismo. Mientras tanto, seguiremos yendo a la ITV con la esperanza de que esta vez no nos hagan pagar por un tornillo mal apretado. 🤦♂️