Publicado el 9/2/2025, 0:43:39 | Autor: Un cibernauta milenario
Lo que parecía un capítulo más en la interminable saga de la vivienda en Barcelona ha dado un giro inesperado. El Ayuntamiento ha decidido comprar la famosa Casa Orsola, ese edificio que llevaba meses en el ojo del huracán de la especulación inmobiliaria. Y lo ha hecho por 9,2 millones de euros, porque aquí, si algo sale caro, al menos que sea con estilo. 💸
Los inquilinos pueden respirar tranquilos, porque, según el alcalde Jaume Collboni, nadie será desahuciado. Todos los pisos pasarán a ser gestionados por Hàbitat3 y entrarán en la bolsa de alquiler asequible. Los siete pisos que se alquilaban por temporadas y los dos vacíos seguirán el mismo camino en cuanto acaben sus contratos. Vamos, que los fondos de inversión han perdido su oportunidad de transformar el edificio en un hotel con vistas y precios de escándalo. 🏢
Casa Orsola se ha convertido en un símbolo de resistencia. Desde que en 2021 el fondo Lioness Inversiones adquirió el edificio y avisó a los inquilinos de que tenían fecha de salida, se desató una batalla que culminó en movilizaciones, negociaciones y, finalmente, en la intervención del Ayuntamiento. Todo un drama inmobiliario con final inesperado. 📢
Incluso el desahucio de Josep Torrent, uno de los inquilinos, fue frenado a base de protestas. Los vecinos lo dieron todo, y al final, la presión ciudadana terminó obligando a los políticos a mojarse. Ahora, el consistorio celebra la compra como si fuera la Champions de la vivienda asequible. 🏆
Mientras unos aplauden la operación, otros están que trinan. La Asociación de Agentes Inmobiliarios y el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria han calificado la compra como un peligroso precedente que atenta contra la seguridad jurídica. Lo que se traduce en: Si el Ayuntamiento se mete en el mercado, ¿qué será lo próximo? ¿Comprar más edificios? ¿Poner un tope a los alquileres? ¡Qué locura! 😱
El Ayuntamiento ha cedido al chantaje de los okupas organizados, han afirmado los sectores más críticos.
Los vecinos, por su parte, se han enterado de la compra por los medios de comunicación. Algunos han reaccionado con sorpresa, otros con cautela. Concepción Caballero, inquilina desde hace más de tres décadas, aún no se cree que su hogar ahora tenga un nuevo dueño. Mientras tanto, Josep Torrent, que ya tenía las maletas listas para salir por la fuerza, se ha emocionado al saber que podrá quedarse. 🎉
Así que, por ahora, la Casa Orsola seguirá siendo un hogar para sus vecinos y no un nuevo activo en manos de fondos de inversión. Aunque claro, esto no ha hecho más que abrir un nuevo capítulo en el eterno debate sobre la vivienda en Barcelona. ¿Será este el principio de una nueva política de vivienda o solo un caso aislado? El tiempo dirá. ⏳