Publicado el 30-01-2025 | Autor: Un cibernauta milenario
En uno de los espacios aéreos más vigilados del mundo, el corazón de la capital de Estados Unidos, ocurrió un evento que parecía imposible: la colisión de dos aeronaves en pleno vuelo. Este fatídico incidente conmocionó a las autoridades y al público por igual, dejando una marca imborrable en la historia de la aviación.
La noche del miércoles, un avión regional de American Airlines que transportaba a 64 personas impactó en el aire contra un helicóptero militar del ejército de Estados Unidos, que llevaba tres tripulantes a bordo. Ambas aeronaves se precipitaron al río Potomac, muy cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan y a escasos kilómetros de la Casa Blanca.
El presidente Donald Trump anunció al día siguiente que se llevaría a cabo una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido. En sus palabras,
El helicóptero estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado y se produjo una tragedia.
Poco antes de las 21:00 hora local, el avión Bombardier CRJ700 de American Airlines colisionó con el helicóptero Sikorsky H-60 Black Hawk, según informó la Administración Federal de Aviación (FAA). El impacto provocó una explosión en el aire, haciendo que ambas aeronaves cayeran a las heladas aguas del río Potomac.
Los servicios de emergencia desplegaron una rápida operación de rescate. Sin embargo, al amanecer, las autoridades confirmaron que no había esperanzas de encontrar sobrevivientes.
La investigación del incidente está siendo liderada por la FAA junto con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, destacó que el helicóptero contaba con una tripulación bastante experimentada. Los militares estaban realizando una evaluación nocturna con gafas de visión estándar.
El desafortunado evento plantea serias preguntas sobre la seguridad aérea, incluso en espacios altamente controlados. Las investigaciones buscarán determinar cómo fue posible que ambas aeronaves estuvieran en la misma trayectoria y en qué momento fallaron los mecanismos de alerta.
La tragedia sobre el río Potomac recuerda la fragilidad de las operaciones aéreas, incluso bajo condiciones supuestamente seguras. Las autoridades continúan trabajando para esclarecer los hechos, pero el dolor por la pérdida de vidas persiste como una sombra sobre los cielos de la capital estadounidense.
En palabras del presidente Trump,
Esta investigación será integral; debemos aprender de lo ocurrido para evitar futuras tragedias.