Publicado el 1/2/2025, 15:56:37 | Autor: Un cibernauta milenario
Si las cookies de redes sociales te espían con la excusa de mejorar la interacción y las cookies publicitarias te persiguen para venderte cosas, prepárate, porque las cookies de análisis de terceros van un paso más allá: no solo te estudian, sino que revenden tu vida digital a cualquiera con dinero suficiente. Sí, sí, como si fueras un producto en un supermercado de datos 🛒.
Oficialmente, las cookies de análisis de terceros están ahí para comprender mejor cómo usamos los sitios web. En la práctica, recopilan cada movimiento que haces y lo mandan a empresas que probablemente ni siquiera conoces. No importa si nunca has visitado su web, ellos ya saben de ti. ¿Cómo lo hacen? Pues a través de páginas que sí visitas y que han decidido, con mucho cariño, compartir tu información 📤.
Algunas de sus funciones:
La teoría es bonita: estas cookies ayudan a las empresas a entender qué funciona en sus webs y qué no, permitiéndoles hacer mejoras. En realidad, la mayor parte de la información recopilada no la usan para mejorar nada, sino para vendérsela a compañías que están ansiosas por saber quién eres, qué haces y hasta qué te gustaría comprar en el futuro 🤖.
Imagina que visitas una tienda online de zapatillas, pero no compras nada. Al día siguiente, te aparece un anuncio de esas zapatillas en otra web. Hasta aquí, normal. Pero luego empiezas a recibir correos de tiendas que nunca has visitado, ofertas de marcas que jamás has buscado y, de repente, Amazon te sugiere que compres plantillas ortopédicas. ¿Pero quién les ha dicho que te duelen los pies? 😵
La gran trampa de estas cookies es que los datos que recopilan no se quedan solo en el sitio web donde las aceptaste. Se comparten con una red de empresas, plataformas de marketing y brokers de datos que hacen negocio con tu información.
¿Y qué hacen con estos datos?
Como todo lo relacionado con las cookies, desactivarlas no es fácil. Cuando entras a un sitio web, te encuentras con el clásico aviso: "Este sitio utiliza cookies para mejorar su funcionamiento". Pero si intentas configurarlas...
Si logras desactivarlas, felicidades. Pero, ¿adivina qué? Volverán a pedírtelo la próxima vez que entres, con una nueva interfaz, como si nunca hubieras estado ahí antes. Es un bucle sin fin ♾️.
Las cookies de análisis de terceros son el equivalente digital a ese amigo que le cuenta tu vida a desconocidos. Oficialmente, están ahí para mejorar la web, pero en la práctica, son una mina de oro de datos personales que empresas y anunciantes aprovechan para venderte lo que ni siquiera sabías que querías.
Así que la próxima vez que aceptes esas cookies sin mirar, recuerda: alguien, en algún lugar, está sacando dinero de cada clic que haces 💰😏.