Publicado el 28-01-2025 | Autor: Un cibernauta milenario
La Justicia de la Unión Europea se encuentra evaluando el recurso de Google frente a la multa más alta impuesta por el bloque, que asciende a 4.125 millones de euros. Este caso involucra las acusaciones sobre un abuso de posición dominante en el mercado de sistemas operativos móviles, específicamente a través de Android.
El contexto del recurso de GoogleEl Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) celebrará una audiencia crucial para revisar la sentencia de un tribunal inferior, que ya había confirmado la multa en 2022. Este fallo se produjo después de una investigación que comenzó en 2015 y que concluyó que Google había infringido las normas de competencia en Europa.
En el corazón de las acusaciones está el uso indebido del sistema operativo Android para reforzar la posición dominante de Google en el mercado de los motores de búsqueda y otros servicios. A través de contratos con fabricantes de dispositivos, Google obligaba a preinstalar sus aplicaciones como Google Search y Chrome, lo que limitaba las opciones de los consumidores y favorecía a la compañía estadounidense.
El caso de Google también se produce en un momento de tensión entre la Unión Europea y Estados Unidos. Apenas días antes de la audiencia, el presidente de EE. UU., Donald Trump, criticó a la UE por su trato hacia las empresas tecnológicas americanas, citando ejemplos de sanciones y multas impuestas a gigantes como Google, Apple y Facebook.
"Estas empresas son americanas y no deberían estar sufriendo estas sanciones", declaró Trump en una intervención pública.
El recurso de Google se basa en varios argumentos, entre los que destaca la afirmación de que no hay evidencia de que sus prácticas hayan dañado la competencia. Google sostiene que los requisitos de preinstalación no son responsables de una posible exclusión de sus rivales, y defiende que no se ha demostrado su capacidad para afectar negativamente a otros competidores.
Este proceso podría tardar varios meses en resolverse. Si bien la sentencia final será irrefutable, el impacto de esta disputa sobre el futuro de las normas de competencia en Europa y las relaciones comerciales con EE. UU. podría ser significativo.